MAPAS GEOGRÁFICOS

Good bye Lenin

Después del coma

Año 1989. El comunismo se derrumba, el muro que divide Berlín se viene abajo. Pero algunos no se enteran. Es el caso de Christiane Kerner, una mujer comunista de Alemania del Este. Poco antes de semejante vuelvo político y social, cayó en coma. Y unos meses después, sin saber por qué, Christiane recupera el conocimiento. Su joven hijo Alex sabe que debe evitar a su madre cualquier sobresalto, pues podría suponer una recaída. Sabiendo que ella es una comunista convencida, decide ocultarle los cambios ocurridos esos meses. Como Christiane debe guardar cama, mantendrá a toda costa la ficción de que las cosas siguen como antes, incluso con nuevos logros del paraíso socialista. Pero claro, resulta difícil conseguir productos que ya no se fabrican, y que han sido sustituidos por marcas procedentes del mundo capitalista; y los telediarios y programas televisivos son muy diferentes a los de antaño.

El director alemán Wolfgang Becker articula una difícil tragicomedia. Y hace auténticos ejercicios de equilibrista para no derivar en la farsa pura y dura, terreno por el que fácilmente podía haber transitado. De este modo hay bromas, sí, como la del enorme cartelón de Coca Cola, pero se evita convertir el film en una sucesión de chistes más o menos fáciles. Porque la película tiene un contrapunto dramático: el padre ausente, que huyó a Occidente, una sombra a la que madre e hijo tienen que enfrentarse tarde o temprano (la hermana ya se cruzó con él, en una de las escenas más tristes del film); así, la reunificación alemana se convierte en metáfora del reencuentro familiar. El film nos habla además de la necesidad de aceptar la verdad de los hechos, frente a la tentación de refugiarnos en fantasías que al final acaban pasando factura.


Actividad: Evaluación
de la película Good bye Lenin


1. ¿A que se dedicaba la mamá de Alex? ¿Por qué crees que era importante su labor? (3 puntos)

2. ¿Cuál era la importancia de los viajes espaciales para los países de la órbita soviética? ¿Cómo se refleja esa importancia en la película? (3 puntos)


3. ¿Qué pedían los manifestantes en la marcha del 7 de octubre? (1 punto)


4. Señala dos ejemplos que muestren que esta era una sociedad con un sistema político totalitario. Explícalos. (3 puntos)


5. Señala tres cambios que hayan ocurrido en la sociedad alemana después de la caída del muro de Berlín. Arguméntalos tomando en cuenta la situación previa y la posterior. (6 puntos)


6. ¿Por qué fue tan importante la victoria de Alemania en el mundial de fútbol para la reunificación alemana? (2 puntos)


7. ¿Cuáles son las razones que le dan a la mamá de Alex para explicar la emigración del oeste al este? (1 punto)


8. ¿Cuáles son las desventajas de la unificación alemana? Nombra 3 y explícalas (3 puntos)


9. Explica el nombre de la película. (2 puntos)


10. ¿Cuál es tu opinión con respecto a la historia que muestra la película? ¿Crees que pudo ser real la visión que ahí se muestra de Alemania? ¿Pudo esta situación repetirse en otros lugares? Señala cuáles. (3 puntos)
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Proximamente estudiaremos la II Unidad América Latina Contemporánea

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DEFINICIONES SOBRE LA GUERRA FRÍA

Documento Nº 1: “La Guerra Fría es la forma procedente del agresivo comunismo mundial, de la confrontación político-espiritual y psicológico-propagandística con el mundo no-comunista. En la Guerra Fría, el comunismo mundial quiere, en primer lugar, dominar la conciencia de las masas. Por tanto, el mismo trata de que su influencia penetre en todos los ámbitos vitales de la sociedad en los Estados no-comunistas. La meta suprema de la guerra fría radica en el completo dominio, descubierto u oculto, del mundo no comunista. A tal efecto se utilizan preferentemente medios no-militares. No obstante, de vez en cuando también puede recurrirse a medios militares. Los éxitos comunistas en la Guerra Fría pueden conducir a situaciones revolucionarias” Fuente: Manual de Temas Militares de la República Federal Alemana, Alemania Federal, 1963. (En: Pereira Castañeda, Juan, Ob. Cit., Página 13)


Documento Nº 2 “La Guerra Fría constituye un rumbo político agresivo que tomaron los círculos reaccionarios de las potencias imperialistas, bajo la dirección de Estados Unidos e Inglaterra, a raíz de la Segunda Guerra Mundial 1939-1945 (…) La Guerra Fría esta orientada a no permitir la coexistencia pacífica entre Estados de diferentes sistemas sociales, a agudizar la tensión internacional y a crear las condiciones para el desencadenamiento de una nueva guerra mundial (…) En la práctica la política de Guerra Fría se ha hecho patente en la creación de bloques político-militares agresivos, en la carrera de armamentos, en el establecimiento de bases militares en el territorio de otros Estados, en la histeria de la guerra, en la intimidación de los pueblos amantes de la paz (…), en la desorganización de las relaciones económicas pacíficas, en los intentos de sustituir por la violencia y la dictadura las normas generalmente reconocidas de las relaciones diplomáticas entre los Estados”. Fuente: Gran Enciclopedia Soviética, Moscú 1970. (En: Pereira Castañeda, Juan, Ob. Cit., Página 16)


Documento Nº 3 La Guerra Fría es el enfrentamiento entre soviéticos y norteamericanos, motivado por sus ambiciones e intereses contrapuestos, por el choque entre dos ideologías de pretensión universal, encarnadas cada una de ellas en un estado con poder suficiente para hacer de él un candidato a la hegemonía.La Guerra Fría es la mayor guerra de todos los tiempos. No ciertamente la que ha costado más vidas, Gracias a Dios, aunque su pretendida frialdad no debe deslumbrarnos, es la primera en la que se ha puesto en juego el dominio del mundo entero e incluso del espacio circundante, la primera que ha enfrentado, por encima de interese y pasiones a dos recetas de una bondad automática y universal. Sería ridículo plantearla como una lucha entre el bien y el mal. …Cada uno se ha ido acostumbrando a ver en el adversario un fuera de la ley contra quien todos los golpes estaban permitidos. El milagro es que haya podido establecerse entre estos dos mundos así enfrentados, una especie de coexistencia y que paulatinamente el diálogo y el esfuerzo de comprensión, hayan ido suplantando al ataque. Hay que reconocer que el mérito corresponde especialmente a los armamentos nucleares. La guerra fría ha cortado en dos pedazos ciudades y países, ha creado y destruido naciones, ha puesto las armas en manos de decenas de millones de hombres, ha acabado con centenares de miles de ellos, ha suscitado entusiasmo, sufrimientos y miedos… sin duda no podría haber sido evitada. Fuente: Andre Fontaine, Historia de la Guerra Fría, Editorial Luis Caralt, Barcelona 1970. Página 8. (El autor de la obra es francés y la primera publicación de esta obra se realizó en Francia el año 1970)


Documento Nº 4: “El concepto Guerra Fría es de origen norteamericano. Lo inventó en 1947 el periodista Herbert B. Swope para su uso en un discurso del senador Barnard Baruch. Lo recogió otro periodista Walter Lipman que lo popularizó en una recopilación de sus artículos titulada La Guerra Fría. Estudio de la política exterior de los Estados Unidos. A finales de los años cuarenta la expresión había ganado carta de naturaleza y se utilizaba para designar al complejo sistema de relaciones internacionales de la posguerra, la pugna entre las dos superpotencias por la hegemonía mundial y la aparición de un abismo de hostilidad y temor entre los dos grandes bloques geopolíticos” Fuente: Gil, Julio, La Guerra Fría: La OTAN frente al Pacto de Varsovia, Editorial Siglo XXI Madrid 1998. Página 7


Documento 5: La Guerra Fría Los cuarenta y cinco años transcurridos entre la explosión de las bombas atómicas (1945) y el fin de la Unión soviética (1991) no constituyen un periodo de la historia homogéneo y único… Sin embargo, la historia de este periodo en su conjunto siguió un patrón único marcado por la peculiar situación internacional que lo dominó hasta la caída de la URSS: El enfrentamiento constante de las dos superpotencias surgidas de la segunda guerra mundial, la denominada Guerra Fría. “La guerra no consiste sólo en batallas, o en la acción de luchar sino que es un lapso de tiempo durante el cual la voluntad de entrar en combate es suficientemente conocida” (Hobbes, capítulo 13) La guerra fría entre Estados Unidos y la URSS fue un periodo de tiempo con esas características. Generaciones enteras crecieron bajo la amenaza de un conflicto nuclear global que, tal como creían muchos, podía estallar en cualquier momento y arrasar a la humanidad. La singularidad e la guerra fría estribaba en que, objetivamente hablando, no había ningún peligro inminente de guerra mundial. Más aun: pese a la retórica apocalíptica de ambos bandos, sobre todo del lado norteamericano, los gobiernos de ambas superpotencias aceptaron el reparto global de fuerzas establecido al final de la segunda guerra mundial. La URSS dominaba o ejercía una influencia preponderante en una parte del globo: la zona ocupada por el ejército rojo y otras fuerzas armadas comunistas al final de la guerra, sin intentar extender más allá su esfera de influencia por la fuerza de las armas. Los Estados Unidos controlaban y dominaban el resto del mundo capitalista, además del hemisferio occidental y los océanos, asumiendo los restos de la vieja hegemonía imperial de las antiguas potencias coloniales. En contrapartida, no intervenían en la zona aceptada como hegemonía soviética La delimitación de influencias estaba clara en Europa y en Japón… La disputa por la influencia se manifestaría en los antiguos imperios coloniales, que para1945, en el caso de Asia ya se avizoraban síntomas de desintegración. Como la orientación futura de los nuevos estados poscoloniales no estaba clara, fue en esta zona donde las dos superpotencias siguieron compitiendo en busca de apoyo e influencia durante toda la guerra fría, allí era donde resultaban más probables los conflictos armados que acabaron por estallar (Corea y Vietnam son los más característicos) … La paz se mantuvo durante la guerra fría porque a pesar de la retórica utilizada por ambas parte, ninguna de ellas estaba dispuesta a llegar al enfrentamiento directo, por tanto, una de las premisas durante este periodo era que la coexistencia pacífica entre ambas potencias era posible. … Como ejemplos claros de esta situación tenemos la Guerra de Corea en 1950-53 y la crisis de los misiles en Cuba en 1962. En ambos casos las partes no se arriesgaron a comenzar el enfrentamiento directo porque conocían los riesgos que ello significaba. En el caso de Corea, Estados Unidos participó directamente, mientras que la URSS lo hizo de manera encubierta a través de los Chinos. Esa situación la sabían los norteamericanos, pero se mantuvo en secreto porque se dedujo que lo último que quería Moscú era un enfrentamiento abierto. En la crisis de los misiles en 1962 ambas partes retrocedieron y lograron salir del problema sin verse involucrados en la guerra directa. … La URSS aprendió durante la guerra fría que los llamamientos de Estados Unidos a “hacer retroceder al comunismo” no eran más que propaganda, ya que lo que primaba realmente era el respeto a la esfera de influencia soviética Una vez que la URSS se hizo con armas nucleares, atómica 1949, hidrógeno 1953, ambas superpotencias dejaron de utilizar la guerra como arma política en sus relaciones mutuas, pues era el equivalente a un pacto suicida. Sin embargo, ambas superpotencias se sirvieron de la amenaza nuclear… la confianza de que no se utilizarían parecía estar justificada, pero al precio de desquiciar los nervios de varias generaciones. El ejemplo más significativo es la crisis de los misiles cubanos. Libro: Hobsbawn, Eric, Historia del Siglo XX, Editorial Crítica, Buenos Aires, 1998. Página 229-233


Documento Nº 6: “La Guerra fría fue una pugna por la influencia mundial entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Los dos países emplearon diversos métodos, aunque nunca llegaron a lanzar un ataque directo y total contra sus respectivos territorios. La creación de alianzas rivales, la presentación de ayuda militar y económica a los estados que eran clientes suyos y a los que aspiraban a serlo, una masiva y costosa carrera armamentista, las campañas de propaganda, el espionaje, la guerra de guerrillas, la lucha contra la subversión y los asesinatos políticos fueron los métodos que usaron. La Guerra Fría fue uno de los conflictos más largos de la historia de la humanidad, ya que duró más de setenta años (1917-1991), con algunos períodos en los que disminuyó la hostilidad. Fue también la guerra con mayor alcance de las que ha habido en el mundo: se hizo en todos los continentes del globo, y teniendo en cuenta la carrera del espacio, también se hizo por encima de ellos. Asimismo, fue uno de los conflictos más costosos, no sólo por el número de vidas que se perdieron, sino también por los recursos que se consumió. Al final, la unión Soviética se derrumbó, y el comunismo expiró, al menos la forma de comunismo que existía en dicho país. Pero, como señala Mijail Gorvachov, ambos bandos sufrieron numerosas pérdidas. Estados Unidos perdió muchas vidas y, además, consumió enormes recursos económicos, y los principios democráticos en los que se fundamentaba la nación norteamericana corrieron peligro”. Fuente: Ronald Powaski, La Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética, 1917-1991, Editorial Crítica, Barcelona 2000. Página 9. (El autor de la obra es inglés)


Documento Nº 7: “La Guerra Fría presenta tres rasgos principales: una incompatibilidad total entre dos sistemas agrupados alrededor de dos ciudadelas, Estados Unidos, escudo del mundo occidental, y la URSS, defensora de las comunidades socialistas; una imposibilidad de desarrollar hasta el fin la lógica del conflicto, a partir del momento en que los dos sistemas centrales están equipados con armas nucleares; una propensión a utilizar estrategias indirectas para desestabilizar al otro. La Guerra Fría no desemboca, como los conflictos anteriores, en la eliminación del adversario (…)” Fuente: J. Gonzáles, Historia del mundo contemporáneo, Editorial Edebe, Barcelona 2001, página 235. (El autor es español)


Documento N°8: La Guerra Fría fue un largo y complejo periodo, entre 1947 y 1991, que cambió la fisonomía de buena parte del planeta. Se trata de un conflicto global de carácter económico, político, ideológico y cultural entre dos bloques antagónicos, liderados respectivamente, por Estados Unidos y por la URSS. La Guerra Fría mantuvo un estado permanente de tensión internacional; la confrontación este-oeste no fue directa, sino que se hizo a través de terceros países en zonas próximas a los límites de ambos bloques.
Fuente: Joaquín Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Editorial Anaya, Barcelona 2002. Página 303. (El autor es español).

LA GUERRA FRÍA



LA VIDA ES BELLA




GUERRA FRÍA: LA CRISIS DE CUBA

Unidad 1:Antecedentes históricos para la comprensión del orden mundial actual Contenido: Guerra Fría Fuente: www.siglo20.org
LA CRISIS DE CUBA 1. La crisis de Cuba Carta de Kruschev a Kennedy 1962.
Estimado señor presidente: He sabido con satisfacción su respuesta al señor Thant en el sentido de que se tomarán medidas para impedir el contacto entre nuestros barcos y con ello evitar irremediables consecuencias. Este razonable paso por su parte refuerza mi creencia de que usted está demostrando preocupación por salvaguardar la paz y observo esto con gran satisfacción. Ya he sostenido en alguna ocasión que nuestro pueblo, nuestro Gobierno y yo personalmente, como presidente el Consejo de Ministros, estamos preocupados únicamente en que nuestros países puedan desarrollarse y ocupar un lugar digno entre todos los pueblos del mundo en la competencia económica, en el progreso de la cultura y de las artes, en el incremento el bienestar de la Humanidad. Este es el campo más noble y necesario para la competencia y, tanto los vencedores como los vencidos, sólo ganancias pueden obtener de ella, puesto que en el va implícita la paz y el mejoramiento de las condiciones de vida del hombre. En su declaración usted ha sustentado que el principal objetivo es llegar a un acuerdo y adoptar las medidas necesarias para impedir un choque entre nuestro buques, con la consiguiente acentuación de la crisis que podría desembocar en un conflicto militar, tras de cuyo estallido todas las conversaciones serian superfluos ya que entonces entrarían en liza otras fuerzas y otras leyes, las leyes de guerra. Estoy de acuerdo con usted. Pero éste sólo el primer paso, puesto que la medida más importante a adoptar es la normalización y la estabilización de la paz entre los Estados y entre los pueblos. Me hago cargo perfectamente de su preocupación, señor presidente, por la seguridad de los Estados Unidos, porque éste es el primer deber de un presidente. Pero nosotros, los rusos, estamos también preocupados por la misma cuestión, y yo como presidente del Consejo de Ministros, asumo las mismas obligaciones en relación con la URSS. Usted ha mostrado su preocupación por el hecho de que nosotros hemos ayudado con armas a Cuba a fin de fortalecer su capacidad defensiva -sí, precisamente su «capacidad defensiva»-, porque, prescindiendo de las armas que posea, Cuba no puede comparase con los Estados Unidos. Son muy diferentes las cantidades, el potencial militar de que disponen Estados Unidos y Cuba. Nuestra intención ha sido, y sigue siendo, ayudar a Cuba. Y nadie puede negar el carácter humano de nuestros motivos, que no son otros que hacer posible que Cuba viva en paz y que se desarrolle de acuerdo con los deseos de sus pueblos. Usted desea mantener la seguridad de su país. Esto es comprensible, pero Cuba aspira a lo mismo. Todos los países desean mantener su propia seguridad. ¿De qué forma podemos nosotros, la Unión Soviética, nuestro Gobierno, valorar las acciones de ustedes, concretamente el hecho de que hayan ustedes rodeado con bases militares a la Unión Soviética y a nuestros aliados, estableciendo en ellas arsenales de proyectiles? Los funcionarios norteamericanos han declarado infinidad de veces, y de modo inequívoco, que sus proyectiles están emplazados en Gran Bretaña y en Italia y que están apuntando contra nosotros. Por supuesto también hay proyectiles emplazados en Turquía. Usted está preocupado por causa de Cuba. Usted dice que Cuba le preocupa por que hay una distancia de tan sólo 145 kilómetros desde ella a la costa americana. ¿Considera acaso que tiene usted derecho a demandar seguridad para su país y la retirada de todas aquellas armas a las que califica de «ofensivas» y no reconoce que el mismo derecho nos asiste a nosotros?. Usted ha instalado proyectiles mortíferos, armas de las consideradas ofensivas por usted, en el suelo de Turquía, prácticamente al lado nuestro. ¿Cómo puede entonces admitirse una concordancia entre nuestra semejante capacidad militar y las desiguales relaciones entre nuestros dos grandes Estados? Está bien, señor presidente, que haya accedido usted a que nuestros representantes se reúnan e inicien conversaciones aparentemente bajo la mediación del secretario general de las Naciones Unidas, U Thant. Este funcionario internacional ha asumido el papel de mediador y nosotros le consideramos capacitado para llevar adelante esta misión de responsabilidad, dando por sentado, por supuesto, que cada una de las partes ha de demostrar buena voluntad para solucionar el conflicto. Yo estimo que es posible poner fin rápidamente al conflicto y normalizar la situación de modo que los pueblos puedan respirar más fácilmente considerando que los hombres de estado responsables tienen buen sentido, plena conciencia de sus responsabilidades, capacidad suficiente para resolver cuestiones complicadas y no habrán de dejar que los acontecimientos desemboquen en la catástrofe de una guerra. Por consiguiente, hago a usted esta proposición: nosotros accedemos a retirar de Cuba aquellos materiales que usted calificó de ofensivos, y podemos comprometer nos a ello en el seno de las Naciones Unidas. En reciprocidad, sus representantes harán una declaración en el sentido de que los Estados Unidos, considerando las dificultades y la ansiedad del Estado soviético, retirarán de Turquía similares materiales ofensivos. Lleguemos a un acuerdo en cuanto al período de tiempo necesario, para ustedes y para nosotros, al objeto de poner en práctica este plan. Después de esto, personas de confianza del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, podrán vigilar sobre el terreno el cumplimiento exacto de los compromisos. Por supuesto, será necesaria la autorización de los Gobiernos de Cuba y Turquía para que los agentes de la ONU puedan entrar en los respectivos países y llevar a cabo su misión de inspección. Lo ideal sería que estos agentes gozaran no sólo de la confianza del Consejo de Seguridad, sino de la confianza de los Estados Unidos, de la Unión Soviética y de Turquía y Cuba. Creo que no será difícil elegir a esos agentes que deberán respetar los intereses de todas las partes afectadas. Nosotros, comprometiéndonos a dar satisfacción a las esperanzas de los pueblos de Cuba y Turquía y a fortalecer la confianza de ellos en su propia seguridad, haremos una declaración ante el Consejo de Seguridad de modo que el Gobierno soviético haga la promesa solemne de respetar la soberanía de Turquía y la inviolabilidad de sus fronteras, de no interferir en sus asuntos, de no invadir Turquía, de no hacer del territorio soviético una cabeza de puente para tal invasión y de contener las intenciones de todas las personas que proyecten una agresión contra Turquía, tanto desde el territorio de la Unión Soviética como desde el de otros Estados vecinos de la nación turca. El Gobierno de los Estados Unidos hará una declaración análoga, también ante el Consejo de Seguridad, en el sentido de respetar a Cuba. Declarará que los Estados Unidos, impulsados por el respeto a la soberanía de Cuba y a la inviolabilidad de sus fronteras, se comprometen a no interferir en sus asuntos internos, a no invadir Cuba, a no hacer del territorio norteamericano una plataforma para tal invasión y a contener las intenciones de todas las personas que proyecten una agresión contra Cuba, tanto desde el territorio de los Estados Unidos como desde el territorio de los estados vecinos de la nación cubana. Para esto necesitaríamos, naturalmente, llegar a un acuerdo sobre un tiempo límite. Lleguemos, pues, a un acuerdo sobre tal periodo de tiempo, pero sin retrasarlo demasiado: dos o tres semanas, desde luego no más de un mes. Los materiales situados en Cuba a que usted se ha referido y que constituyen el motivo de su preocupación, están en manos de oficiales soviéticos. Por lo tanto, que da excluido cualquier uso accidental de los mismos con daño para Estados Unidos. Estos materiales están emplazados en Cuba a petición del Gobierno cubano y exclusivamente con fines de defensa. Por lo tanto, si no hay invasión de Cuba ni ataque contra la Unión Soviética o contra alguno de sus aliados, estos materiales no constituyen ni constituirán una amenaza para nadie. Porque su instalación no persigue propósitos de ataque. Si está usted de acuerdo con mi proposición, señor presidente, nosotros podemos enviar a nuestros representantes a Nueva York, a las Naciones Unidas, con instrucciones concretas a fin de que podamos alcanzar un acuerdo. Si usted elige también a sus hombres y les da las correspondientes instrucciones la cuestión puede quedar zanjada rápidamente. ¿Por qué deseo yo esto? Porque el mundo entero se encuentra actualmente preocupado y espera de nosotros una rápida solución. La mayor alegría para todos los pueblos puede ser el anuncio de nuestro acuerdo sobre la radical liquidación del conflicto planteado. Yo atribuyo una gran importancia a este acuerdo, que puede ser, además, utilizado como un buen paso para allanar el camino a un convenio sobre prohibición d pruebas nucleares. La cuestión de las pruebas debe ser estudiada paralelamente, aunque sin relacionar un asunto con el otro, puesto que son de naturaleza diferente. Sin embargo, es importante que se alcance un acuerdo sobre las dos cuestiones para prestar al pueblo un buen servicio, para alegrarle también con la noticia de la interrupción de las pruebas nucleares, para demostrarle que la atmósfera no habrá de ser por más tiempo contaminada. Nuestra posición y la suya a este respecto, señor presidente, son muy cercanas. Todo esto puede ser utilizado también como un buen punto de partida hacia la consecución de otros acuerdos sobre otras cuestiones acerca de las cuales intercambiamos ahora nuestros puntos de vista. Estas cuestiones no han podido quedar re sueltas por ahora, pero están esperando una urgente solución que haga más clara la atmósfera internacional. Nosotros estamos dispuestos a conseguirla. Estas son, pues, mis proposiciones, señor presidente. Suyo, respetuosamente, 26 de octubre de 1962Nikita Kruschev 2. La crisis de Cuba. Carta de Kennedy a Kruschev 1962
Querido señor presidente: He leído su carta del 26 de octubre con gran detenimiento y celebro conocer su deseo de buscar una pronta solución al problema. Lo primero que precisa hacerse, sin embargo, es cesar en el trabajo de las instalaciones para proyectiles dirigidos en Cuba, a inutilizar todas las armas ofensivas existentes en Cuba, bajo la supervisión de las Naciones Unidas. En la creencia de que esto se llevará a cabo prontamente, he dado instrucciones a mis representantes en Nueva York que les permitirán trazar durante este fin de semana, en cooperación con el secretario general en funciones de las Naciones Unidas y sus representantes, un acuerdo para una solución permanente del problema cubano siguiendo las líneas sugeridas por usted en su carta del 26 de octubre. Tal y como yo leo y entiendo su carta, los elementos claves de sus propuestas que me parecen aceptables en general, tal y como yo las entiendo son los siguientes: 1. Usted acordará eliminar estas instalaciones para armas ofensivas existentes en Cuba, bajo la observación y supervisión de las Naciones Unidas, y proceder, con adecuadas seguridades, a detener la introducción de tales instalaciones y armas en Cuba. 2. Nosotros, por nuestra parte, estaremos dispuestos —mediante el establecimiento de los adecuados acuerdos realizados a través de las Naciones Unidas para asegurar la continuidad y la puesta en marcha de esos compromisos— a lo siguiente: a) Levantar inmediatamente las medidas de cuarentena ahora en vigor; y b) Dar seguridad contra la invasión de Cuba. Confío en que otras naciones del hemisferio occidental estén dispuestos a actuar del mismo modo. Si usted da a sus representantes concretas instrucciones, no existe razón por la cual no seamos capaces de completar estos acuerdos y anunciarlos al mundo dentro de un par de días. El efecto de tal acuerdo sobre la tensión mundial nos permitirá continuar trabajando hacia un acuerdo general referente a «otros armamentos» como propone usted en su segunda carta que ha hecho pública. Me gustaría señalar de nuevo que los Estados Unidos están interesados en reducir las tensiones y detener la carrera de armamentos. Y esta carta significa que usted está dispuesto a discutir una tregua que afecta a la OTAN y al Pacto de Varsovia, nosotros estamos dispuestos a considerar con nuestros aliados cualquier propuesta o propuestas convenientes. Pero la primera condición, preciso es recalcarlo, es el cese del trabajo en las instalaciones de lanzamiento de proyectiles dirigidos en Cuba y las adecuadas medidas para inutilizar tales proyectiles, bajo concretas garantías internacionales. La continuación de esta amenaza, o la extensión de esta discusión referente a Cuba relacionándola con otras cuestiones referentes a la seguridad europea y del mundo, conducirán seguramente a una intensificación de la crisis cubana y a un grave efecto para la paz del mundo. Por esta razón, espero que podamos ponernos de acuerdo conforme a lo señalado en esta carta y en su carta del 26 de octubre de 1962. 28 de octubre de 1962John F. Kennedy