CONCEPTOS CLAVES A CONSIDERAR EN LA I UNIDAD

CAPITALISMO
Sistema económico originado en Europa occidental hacia la época de la industrialización en el que se alcanza un alto grado de actividad productiva, caracterizado por la inversión masiva de capital poseído privadamente (en especial de capital fijo: maquinaria, etc.) y el trabajo de una mano de obra asalariada; una economía de mercado con un sistema de precios que permite un racionalismo económico; un sistema político que protege la propiedad privada y que interviene limitadamente en la actividad económica. Para épocas anteriores a la revolución industrial se suele utilizar la expresión «capitalismo mercantil», que designa un sistema en el que las inversiones, principalmente de capital circulante, se efectúan sobre todo en el sector comercial y en el que la formación de capital es muy lenta. El concepto de capitalismo ha sido objeto de intensos debates y existen importantes discrepancias sobre su significado, orígenes y evolución histórica. Algunos autores consideran que el capitalismo ha existido siempre, por identificarlo con una tendencia a la ganancia inherente al comportamiento humano, o con cualquier tipo de práctica económica que se base en la inversión de riqueza para producir más riqueza, independientemente del periodo histórico y del lugar geográfico. Pero incluso entendido en sentido más Limitado, el debate sobre sus orígenes, que se han situado en la Antigüedad clásica, en el desarrollo urbano y comercial del siglo XII, en el siglo XVI, o en la revolución industrial muestra divergencias en torno al significado del concepto, que se acrecientan en las reconstrucciones históricas concretas.
SOCIALISMO
Término que, desde principios del siglo XIX, designa aquellas teorías y acciones políticas que defienden un sistema económico y político basado en la socialización de los sistemas de producción y en el control estatal (parcial o completo) de los sectores económicos, lo que se oponía frontalmente a los principios del capitalismo. Aunque el objetivo final de los socialistas era establecer una sociedad comunista o sin clases, se han centrado cada vez más en reformas sociales realizadas en el seno del capitalismo. A medida que el movimiento evolucionó y creció, el concepto de socialismo fue adquiriendo diversos significados en función del lugar y la época donde arraigara. Si bien sus inicios se remontan a la época de la Revolución Francesa y los discursos de François Nöel Babeuf, el término comenzó a ser utilizado de forma habitual en la primera mitad del siglo XIX por los intelectuales radicales, que se consideraban los verdaderos herederos de la Ilustración tras comprobar los efectos sociales que trajo consigo la Revolución Industrial. Entre sus primeros teóricos se encontraban el aristócrata francés conde de Saint-Simon, Charles Fourier y el empresario británico y doctrinario utópico Robert Owen. Como otros pensadores, se oponían al capitalismo por razones éticas y prácticas. Según ellos, el capitalismo constituía una injusticia: explotaba a los trabajadores, los degradaba, transformándolos en máquinas o bestias, y permitía a los ricos incrementar sus rentas y fortunas aún más mientras los trabajadores se hundían en la miseria. Mantenían también que el capitalismo era un sistema ineficaz e irracional para desarrollar las fuerzas productivas de la sociedad, que atravesaba crisis cíclicas causadas por periodos de superproducción o escasez de consumo, no proporcionaba trabajo a toda la población (con lo que permitía que los recursos humanos no fueran aprovechados o quedaran infrautilizados) y generaba lujos, en vez de satisfacer necesidades. El socialismo suponía una reacción al extremado valor que el liberalismo concedía a los logros individuales y a los derechos privados, a expensas del bienestar colectivo. Sin embargo, era también un descendiente directo de los ideales del liberalismo político y económico. Los socialistas compartían con los liberales el compromiso con la idea de progreso y la abolición de los privilegios aristocráticos aunque, a diferencia de ellos, denunciaban al liberalismo por considerarlo una fachada tras la que la avaricia capitalista podía florecer sin obstáculos.
FASCISMO
El fascismo exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo. Utiliza hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder en el que se concentra todo el poder. Aprovecha los sentimientos de miedo y frustración colectiva para exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda, y los desplaza contra un enemigo común (real o imaginario, interior o exterior), que actúa de chivo expiatorio frente al que volcar toda la agresividad de forma irreflexiva, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la población. Es expansionista y militarista, utilizando los mecanismos movilizadores del irredentismo territorial y el imperialismo que ya habían sido experimentados por el nacionalismo del Siglo XIX.
TOTALITARISMO
Totalitario es aquel régimen político no democrático en los que los poderes ejecutivo, legislativo y judicial están concentrados en un reducido número de dirigentes , que subordinan los derechos de la persona humana a la razón de estado. Al hablar de autoritarismos y totalitarismos debemos tener en cuenta que se consideran tres contextos: la estructura de los sistemas políticos, las disposiciones psicológicas relacionadas con el poder, y las ideologías políticas. Autoritarios son aquellos regímenes que privilegian el aspecto del mando y menosprecian de un modo más o menos radical el del consenso, concentrando el poder político en un hombre o en un solo órgano, y restando valor a las instituciones representativas: de ahí que se reduce a la mínima expresión la oposición y el sistema piramidal de poder. "Cuando hablamos de personalidad autoritaria debemos saber que esta se caracteriza por unos rasgos tales como: disposición a la obediencia esmerada a los superiores, respeto y adulación de todos los que detentan fuerza y poder, disposición a la arrogancia y al desprecio de los inferiores jerárquicos y, en general, de todos los que están privados de fuerza o de poder. También aparecen rasgos como la aguda sensibilidad por el poder, la rigidez y el conformismo. La personalidad autoritaria tiende a pensar en términos de poder, a reaccionar con gran intensidad ante todos los aspectos de la realidad que afectan las relaciones de dominio: es intolerante frente a la ambigüedad, se refugia en un orden estructurado de manera elemental e inflexible, hace uso marcado de estereotipos en su forma de pensar y de comportarse; es particularmente sensible al influjo de fuerzas externas y tiende a aceptar todos los valores convencionales del grupo social al que pertenece". Como ideología, el autoritarismo, niega de una manera más o menos decidida la igualdad de los hombres; pone de mayor relieve el principio jerárquico, propugna formas de regímenes autoritarios, y exalta algunos elementos de la personalidad autoritaria como si fueran virtudes. La dictadura de derechas fue una de las tendencias totalitarias más comunes del siglo XX. Al igual que el fascismo italiano y que muchos otros movimientos fascistas , el nazismo alemán fue una dictadura de derechas, una organización política basada un nacionalismo exclusivista y agresivo bajo la dictadura personal de un líder .
Desde un punto de vista político, el nazismo se caracterizó por la concentración de un poder absoluto en manos de un líder que lo ejerció por medio de su propio partido organizado de una manera militar. Se trató de un típico sistema unipartidario, en el cual los métodos electorales se vieron remplazados por plebiscitos ocasionales sobre problemas elegidos por el líder. Desde el punto de vista económico, el nazismo fue un sistema de economía controlada. En principio, el sistema de propiedad privada permaneció inalterado. Con todo, la libre empresa quedo considerablemente limitada por la intervención del Estado en los procesos de producción y distribución. El régimen nazi requirió la integración total del individuo con las finalidades de su grupo, representado por el líder y su partido. Los nazis se oponían a la clase de vida que permite al individuo un cumplimiento tranquilo de sus obligaciones sociales. Solicitaban entusiasmo y sacrificio en nombre de la causa común, El nazismo fue primero un estado de animo y sólo en segundo lugar una formula política. En el nivel cultural, el nazismo constituyó un caso de cultura dirigida, por una ideología oficial, creada por los líderes del partido e impuesta a toda actividad cultural de la comunidad. El enfoque cultural tenía un fuerte carácter místico, sin ser religioso y sin estar orientado hacia valores espirituales; se denominaba a sí mismo revolucionario, a pesar de lo cual no era progresista, sino, por el contrario, tradicionalista. El ideal humano se encarnaba en el hombre fuerte o el poseedor del poder político DEMOCRACIA
Es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad general. En sentido estricto la democracia es una forma de gobierno, de organización del Estado, en el cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad al representante. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que todos sus habitantes son libres e iguales ante la Ley y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales. La democracia se define también a partir de la clásica clasificación de las formas de gobierno realizada por Aristóteles en tres tipos básicos: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno de pocos), democracia (gobierno de muchos o todos). Hay democracia directa cuando la decisión es adoptada directamente por los miembros del pueblo. Hay democracia indirecta o representativa cuando la decisión es adoptada por personas reconocidas por el pueblo como sus representantes. Por último, hay democracia participativa cuando se aplica un modelo político que facilita a los ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas o cuando se facilita a la ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios. Estas tres formas no son excluyentes y suelen integrarse como mecanismos complementarios.
LOS DERECHOS HUMANOS
Aquellos que el hombre posee por el mero hecho de serlo. Son inherentes a la persona y se proclaman sagrados, inalienables, imprescriptibles, fuera del alcance de cualquier poder político. Unas veces se considera que los derechos humanos son plasmación de ideales iusnaturalistas (de derecho natural). Existe, sin embargo, una escuela de pensamiento jurídico que, además de no apreciar dicha implicación, sostiene la postura contraria. Para algunos, los derechos humanos son una constante histórica, con clara raigambre en el mundo clásico; para otros, son fruto del cristianismo y de la defensa que éste hace de la persona y su dignidad. Para los más, los derechos humanos aparecen, como tales, en la edad moderna. Como hecho histórico, esto es incontestable. Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados por el Estado. Todos estamos obligados a respetar los Derechos Humanos de las demás personas. Sin embargo, según el mandato constitucional, quienes tienen mayor responsabilidad en este sentido son las autoridades gubernamentales, es decir, los hombres y mujeres que ejercen la función de servidores públicos. La tarea de proteger los Derechos Humanos representa para el Estado la exigencia de proveer y mantener las condiciones necesarias para que, dentro de una situación de justicia, paz y libertad, las personas puedan gozar realmente de todos sus derechos. El bienestar común supone que el poder público debe hacer todo lo necesario para que, de manera paulatina, sean superadas la desigualdad, la pobreza y la discriminación. La protección y defensa de los Derechos Humanos en México fue elevada a rango constitucional el 28 de enero de 1992, con la publicación del Decreto que adicionó el apartado B al artículo 102 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Esta disposición facultó al Congreso de la Unión y a las legislaturas de los estados para que, en el ámbito de sus respectivas competencias, establecieran organismos especializados para atender las quejas en contra de actos u omisiones de naturaleza administrativa violatorios de Derechos Humanos, por parte de cualquier autoridad o servidor público, con excepción de los del Poder Judicial de la Federación, así como para formular recomendaciones públicas autónomas, no vinculatorias y denuncias y quejas ante las autoridades correspondientes. Con fecha 13 de septiembre de 1999 se reformó el artículo 102, apartado B constitucional, en el cual se señala que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es un organismo que cuenta con autonomía de gestión y presupuestaria, así como personalidad jurídica y patrimonio propios. El objetivo esencial de este organismo es la protección, observación, promoción, estudio y divulgación de los Derechos Humanos previstos por el orden jurídico mexicano La defensa o la protección de los Derechos Humanos tiene la función de: Contribuir al desarrollo integral de la persona. Delimitar, para todas las personas, una esfera de autonomía dentro de la cual puedan actuar libremente, protegidas contra los abusos de autoridades, servidores públicos y de particulares. Establecer límites a las actuaciones de todos los servidores públicos, sin importar su nivel jerárquico o institución gubernamental, sea Federal, Estatal o Municipal, siempre con el fin de prevenir los abusos de poder, negligencia o simple desconocimiento de la función. Crear canales y mecanismos de participación que faciliten a todas las personas tomar parte activa en el manejo de los asuntos públicos y en la adopción de las decisiones comunitarias Crear canales y mecanismos de participación que faciliten a todas las personas tomar parte activa en el manejo de los asuntos públicos y en la adopción de las decisiones comunitarias. Características Son universales porque pertenecen a todas las personas, sin importar su sexo, edad, posición social, partido político, creencia religiosa, origen familiar o condición económica Son incondicionales porque únicamente están supeditados a los lineamientos y procedimientos que determinan los límites de los propios derechos, es decir, hasta donde comienzan los derechos de los demás o los justos intereses de la comunidad. Son inalienables porque no pueden perderse ni transferirse por propia voluntad; son inherentes a la idea de dignidad del hombre. Los Derechos Humanos han sido clasificados de diversas maneras, de acuerdo con su naturaleza, origen, contenido y por la materia que refiere. La denominada Tres Generaciones es de carácter histórico y considera cronológicamente su aparición o reconocimiento por parte del orden jurídico normativo de cada país.
GUERRA FRIA El término "guerra fría" fue por primera vez utilizado por el escritor español Don Juan Manuel en el siglo XIV. En su acepción moderna fue acuñado por Bernard Baruch, consejero del presidente Roosevelt, quién utilizó el término en un debate en 1947 y fue popularizado por el editorialista Walter Lippmann. Este concepto designa esencialmente la larga y abierta rivalidad que enfrentó a EE.UU. y la Unión Soviética y sus respectivos aliados tras la segunda guerra mundial. Este conflicto fue la clave de las relaciones internacionales mundiales durante casi medio siglo y se libró en los frentes político, económica y propagandístico, pero solo de forma muy limitada en el frente militar. El motivo de que la "guerra fría" no se convirtiera en "caliente" fue la aparición del arma nuclear. Antes de la bomba, la guerra era, como afirmó Clausewitz, la continuación de la política por otros medios, tras Hiroshima, la confrontación directa entre las potencias llevaba a la catástrofe general. Los crecientes arsenales nucleares que las superpotencias fueron acumulando impidieron una guerra directa que nadie hubiera ganado, sin embargo, EE.UU. y la URSS y sus aliados utilizaron la intimidación, la propaganda, la subversión, la guerra local mediante aliados interpuestos... Iniciada de forma clara y definitiva en 1947, tras un rápido proceso de deterioro en las relaciones de los antiguos aliados, la guerra fría alcanzó su cenit en 1948–53. Tras diversos períodos de distensión y enfrentamiento, la llegada de Gorbachov al poder en la URSS desencadenó un proceso que culminará con la desintegración de la URSS en 1991. La guerra fría había concluido.
DESCOLONIZACIÓN
s el proceso mediante el cual una colonia consigue su independencia de un poder colonial; se trata de un proceso opuesto al del colonialismo. La descolonización se produce mediante la independencia, mediante la integración dentro de un poder administrativo o dentro de otro estado, o mediante el establecimiento de un estatus de libre asociación. La Organización de las Naciones Unidas ha establecido que en el proceso de descolonización no hay alternativa al principio de autodeterminación. La descolonización puede conllevar una negociación pacífica y/o una revuelta violenta por parte de la población nativa. La descolonización, en el sentido estricto del término, es diferente de la desmembración de los imperios tradicionales, y en el discurso académico moderno el periodo de descolonización se refiere generalmente a dos grandes oleadas de independencia de los imperios coloniales europeos: 1.Desde finales del siglo XVIII y durante todo el XIX, la descolonización se produjo en América, empezando por la llamada Revolución Americana contra el Imperio Británico, que dio lugar a los actuales Estados Unidos de América, la Guerra de Independencia Hispanoamericana y la constitución del Imperio de Brasil al dividirse el Portugués. 2.En los siglos XX y XXI, la descolonización se refiere, habitualmente, a los logros independentistas de varias colonias y protectorados europeos en Asia y África tras la Segunda Guerra Mundial. Este proceso ha dado lugar, además, a un movimiento intelectual denominado poscolonialismo. Un período especialmente activo de descolonización tuvo lugar entre 1945 y 1960, empezando con la independencia de Pakistán e India del Reino Unido en 1947.
ESTADO DE BIENESTAR
El concepto de Estado de bienestar se alza como el anhelo de proyecto social en la mayor parte de las sociedades tecnificadas actuales. Pero no se trata de un asunto novedoso; surge, siquiera como reconocible en sus puntos fundamentales de desarrollo, en el curso de la modernidad. La conceptualización de Estado de bienestar atañe a lo que, genéricamente, denominaríamos provisión y satisfacción de ciertas necesidades consideradas básicas de carácter económico, educativo, sanitario, etc., sancionadas por las sociedades modernas desde instancias diversas, así privadas como públicas, al amparo del Estado como garante y regulador. El máximo desarrollo de este concepto y de su aplicación se alcanza en el seno de los países democráticos de economía capitalista. Dadas las supuestas características pluralistas de estas sociedades, la aspiración del Estado de bienestar plantea mayor complejidad de índole política, económica y ética. Así el cúmulo de problemas se extiende para el interés de las diversas disciplinas, debiéndose ceñir nuestro análisis a los ámbitos de la ética y de la sociología donde atender, específicamente, a los asuntos de la libertad y de la alienación posibles en estas sociedades. Los creadores del Estado del bienestar reconocieron, en coincidencia con el diagnóstico de los marxistas, que en el capitalismo la acumulación de riqueza por los propietarios implica el empobrecimiento de los no propietarios. Pero el Estado de bienestar, en confrontación con el diagnóstico de los marxistas, no se proponía eliminar las causas de este fenómeno tan negativo –que hacía impopular al capitalismo–, sino sólo los efectos: únicamente aspiraba a atenuar los conflictos que se derivan de tales diferencias. El gran instrumento de esta auto-reforma del sistema capitalista es el sistema fiscal, que atiende a la subvención de las actividades del Estado y, sobre todo, a una redistribución menos discriminatoria de la riqueza producida. De acuerdo con Keynes, a quien corresponde la paternidad del Estado social, éste se propone la combinación y conjunción de un crecimiento económico ilimitado, por un lado, y por el otro, una mejor redistribución de la riqueza, una mayor justicia social, lo que queda resumido en la llamada fórmula keynesiana: Desarrollo económico más bienestar social. Aquí el Estado aparece no sólo como garante del orden público, de la defensa exterior y del imperio de la ley, sino como distribuidor más justo de la riqueza, como protector de los sectores más débiles y, sobre todo, como previsor de futuro para los más pobres; gracias al Estado, el individuo se encuentra amparado literalmente desde la cuna a la tumba, porque el Estado está presente de modo eficaz en todos los momentos de la vida de la persona. El capitalismo, que se había mostrado profundamente celoso de las intromisiones del Estado en la sociedad, utiliza ahora a aquél para irrumpir en ésta. El llamado compromiso socialdemócrata expresa muy bien la gran operación del Estado de bienestar keynesiano. Aquí el movimiento obrero renuncia a poner en cuestión las relaciones de producción –a poner en cuestión la propiedad privada–, a cambio de la garantía de la intervención estatal en el proceso de redistribución a fin de asegurar condiciones de vida más igualitarias, seguridad y bienestar a través de los servicios, asistencia y defensa del empleo. Existe un compromiso o acuerdo entre clases instituido políticamente, mediante el cual los trabajadores aceptan prácticamente todo, a cambio de la seguridad de un nivel mínimo de vida y de los derechos liberal-democráticos. Como consecuencia, las organizaciones de la clase obrera (sindicatos y partidos políticos) reducen sus reivindicaciones. Crecimiento económico y seguridad social son indispensables, pues cada clase debe prestar atención a los intereses de la otra clase. Las clases poseedoras aceptan las políticas de redistribución de las rentas, a cargo del Estado, pero exigen la intangibilidad de los fundamentos de la producción capitalista: la propiedad privada de los medios de producción, sin limitación. Las clases subalternas aceptan esa intangibilidad de los fundamentos de la producción a cambio de la política de rentas y del reconocimiento, por las clases propietarias, de sus propias instituciones (partidos y sindicatos). Es lo que se denomina la “reconciliación de capitalismo y democracia”. El fundamento ideológico del Estado de bienestar se encuentra en la tesis keynesiana de que la economía no es capaz por sus propios resortes de lograr el equilibrio con pleno empleo de los recursos. Al contrario, Keynes llegó a demostrar que se puede alcanzar la situación de equilibrio (una situación de la que la economía no esta en condiciones de salir de sí misma), pero manteniendo un alto grado de desempleo. Tal situación no era, por supuesto, deseable. Y, sin embargo, ante ella no cabía más alternativa que forzar las cosas desde fuera para reactivar la economía y salir del desempleo. Esta tarea era responsabilidad del Estado. Ahora bien, puesto que para Keynes la causa última de este estancamiento era la resistencia a invertir (él estaba convencido –en contra de sus predecesores– de que el ahorro no se transformaba automáticamente en inversión), dos posibles caminos se ofrecían al Estado para contrarrestar esta tendencia: gastar él más de lo que podía, endeudándose a través del déficit público (política fiscal), o abaratar el dinero mediante tipos de interés bajo que animaran a la inversión retraída (política monetaria). La solución fue un Estado intervensionista cuya política estaba a mitad de camino entre la política fiscal y la política monetaria.
EL NEOLIBERALISMO
El neoliberalismo y la globalización son fenómenos que aparecen en el mundo para convertirse en protagonistas de los últimos años del siglo XX. La globalización busca desarrollar un nuevo proceso al interior de la economía mundial a través de la universalización de los medios de comunicación y de algunos valores culturales. Por su parte, el neoliberalismo es un programa de reformas económicas que pretende hacer que algunos países no se rezaguen en su proceso de acoplamiento al mundo globalizado. Sin embargo, los problemas aparecen al descubrirse que no todos los países tienen capacidad para competir de igual manera en el mundo globalizado, así como que las jerarquías están ampliamente marcadas. El neoliberalismo nace en los años ochenta en Estados Unidos, en donde algunos pensadores económicos de Estados Unidos, Alemania e Inglaterra, apoyados por profesionales de la economía, son contratados por organismos financieros internacionales como el FMI (Fondo monetario internacional) para lograr un nuevo modelo económico, modelo que terminaría por extenderse a gran parte del mundo. El neoliberalismo hace una crítica constante al llamado Estado de bienestar, que fue un tipo de Estado que funcionó en Europa y en los países escandinavos con éxito durante algunas décadas, pero que en los años setenta, debido a la crisis mundial que se vivía, quedó en entredicho. Es así como el neoliberalismo pretende excluir al Estado de la participación y del control sobre el mercado, ya que de lo contrario no podrían llevarse a cabo los siguientes puntos: - Rechazo a la intervención del Estado en la economía, bien sea en un Estado de bienestar o en un régimen fundamentado en la noción de socialismo real. - Defender el mercado como única forma para lograr la regulación económica en todos los países. - Defender y promover constantemente, para lograr el desarrollo máximo de la economía global, la libre competencia económica. Sin embargo, para lograr esto es obvio que se deben llevar a cabo algunas reformas para que tales pretensiones sean posibles: - Reducción estatal. Se busca que el Estado sea más eficiente y sea más fácil de controlar. - Apertura comercial. Se busca, por medio de la eliminación de aranceles, que las importaciones y las exportaciones funcionen mas fluida y efectivamente. - Ajuste estructural. Por medio de los procesos de ajuste se busca que la economía de los países sea más eficiente. Según lo anterior, se podría pensar que lo que realmente busca el neoliberalismo es encontrar el camino para que las naciones con menos posibilidades de exportación y con una capacidad mínima de participación en el mercado no sufran tanto en el proceso de acoplamiento al mundo globalizado; sin embargo, hoy en día, la polémica suscitada por la implantación de este modelo sigue viva, ya que para nadie es un secreto que la mayoría del capital que circula en el mundo queda en manos de las potencias mundiales como Estados Unidos o de algunos países europeos.

TRANSFORMACIÓN DE LA SOCIEDAD

Aspectos históricos, sociales y culturales
En 1905 hubo en Rusia un primer intento de revolución. Pero fue en febrero de 1917 cuando las masas, agrupadas en consejos (soviets) de obreros, soldados y cam... Desde los últimos años del siglo XIX, las potencias europeas se alinearon en dos bloques, predispuestas a enfrentarse. El enfrentamiento se produjo en los años 1914 a 1918 en la Primera Guerra Mundial, con graves consecuencias demográficas, económicas y sociales. Tras la Primera Guerra Mundial, e incluso durante su desarrollo, hubo un período de grandes convulsiones internas en casi toda Europa. En el imperio austrohúngaro y en países como Alemania, Rusia y Turquía, estallaron revoluciones que derrocaron a sus monarquías. En 1917 triunfó la revolución bolchevique en Rusia y se impuso el régimen comunista. Posteriormente, las dictaduras fascistas se adueñaron de Italia y Alemania. El horror por las consecuencias de la guerra no sirvió para evitar, hacia mediados de siglo, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), que tuvo consecuencias mucho más devastadoras que la anterior. A comienzos del siglo XX se desarrolla una gran diversidad de movimientos culturales y artísticos. La correlación existente hasta entonces entre la música y el resto de las artes dejó de existir, debido al dinamismo y a la rápida evolución de las corrientes artísticas. En pintura existió una reacción contra el impresionismo, que dio origen a corrientes pictóricas como constructivismo, formalismo, fauvismo, cubismo, primitivismo, futurismo, expresionismo, dadaísmo y surrealismo. El cubismo, que tuvo su inicio en los primeros años del siglo XX, fue un movimiento fundamental en la evolución de la pintura contemporánea. En escultura se siguieron caminos paralelos a los de la innovación pictórica. En arquitectura predominó el funcionalismo racionalista y organicista. Se realizaron grandes edificaciones de acero, hormigón armado y cristal, y se aplicaron nuevas técnicas de construcción. En filosofía se produjo un alejamiento de las dos líneas legadas por el siglo XIX, el positivismo y el idealismo, aunque ambos se mantuvieron en grandes sectores intelectuales. Adquiere importancia el vitalismo, que busca la explicación de la realidad atendiendo a factores no racionales. En el período de entreguerras se asiste a un cambio cultural muy importante: la ciencia experimenta un gran avance, se implantan los movimientos artísticos denominados «vanguardias» y nace el cine.